Día a día, tanto para los consumidores como para las compañías proveedoras de energía eléctrica, el concepto de "Calidad de la Energía Eléctrica" adquiere más relevancia.

Los problemas asociados a la Calidad de la Energía Eléctrica no son necesariamente nuevos. Lo nuevo es que ahora los usuarios son más conscientes de las consecuencias de estos fenómenos y que las técnicas para su detección y corrección son más accesibles que en el pasado.

Para buscar una definición, es más fácil definir el “deterioro” de la Calidad de la Energía Eléctrica y no la Calidad misma. Lo definimos como: "cualquier disturbio en los sistemas de provisión de energía eléctrica, que se manifiesta en desviaciones de los valores esperados de tensión, corriente o frecuencia, trayendo en consecuencia, una falla, una errática o mala operación de equipos."

En presencia de estas alteraciones indeseables e impredecibles, los equipos eléctricos mantienen aparentemente un estado de funcionamiento correcto, encubriendo graves daños, en algunos casos irreparables. Incluso una simple lámpara, si se sobrealimenta el 10%, sigue iluminando, pero reduce a la mitad su vida útil.

Mucho más graves son las consecuencias que las variaciones de la tensión de línea pueden provocar en equipamiento más complejo:

• Un procesador puede dañarse o cometer errores imprevisibles.
• Un transmisor suministra señales distorsionadas y sus componentes envejecen más rápidamente.
• Un accionamiento electrónico provoca variaciones indeseadas en la velocidad del motor alimentado y/o se dañan la memoria de los datos y los equipos de potencia.
• Un equipo Electromédico proporciona resultados errados, derrocha costosos reactivos y pierde las muestras de análisis. • Un equipo de corte láser sufre alteraciones en el “modo de haz láser”, con consiguientes rebabas de corte o apagado del equipo. • También se producen problemas como colapso de sistemas de computación, parpadeo en monitores, parpadeo en luminarias, bloqueo de programas de PLC's y PC's, errores de medición en instrumentos equipados con dispositivos electrónicos, fallas en la conmutación de convertidores, baja eficiencia en motores eléctricos, etc.

Si bien los cortes de energía total son esporádicos, lamentablemente las variaciones de tensión de línea están presentes en forma constante y persistente. Un corte de energía es evidente y comprobable, pero los efectos nocivos de la variación de tensión de línea son de difícil evaluación y genera conflictos respecto de las causas y responsabilidades entre el usuario y el proveedor del equipamiento afectado.

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